Sendero de la Maira
Ruta turística
El Sentiero sul Maira es un itinerario turístico promovido por la Compagnia del Buon Cammino (asociación fundada en 1996 y con sede en Cuneo, que reúne a municipios, entidades, asociaciones, empresarios y ciudadanos particulares empeñados en valorizar turísticamente su territorio, gracias a la protección del medio ambiente, la identidad paisajística y el patrimonio sociocultural) y los ocho municipios bañados por el torrente Maira. Se trata de un itinerario que puede recorrerse a pie, a caballo o en bicicleta de montaña, completo con señalización relativa a la ruta y al entorno natural atravesado, que lleva de Racconigi a Villar San Costanzo, tocando los municipios de Cavallerleone, Cavallermaggiore, Savigliano, Vottignasco, Villafalletto y Busca.
En el tramo del sendero que bordea Savigliano, el entorno presenta una estructura de vegetación alternativa al predominio de los cultivos agrícolas de las tierras circundantes. De hecho, todavía están presentes zonas boscosas más o menos continuas, aunque sólo con un desarrollo lineal. Entre los tipos naturales de vegetación, destacan algunas saucedas ribereñas dominadas por el sauce blanco, con presencia de álamos blancos, álamos negros y algarrobos, un sotobosque con densas alfombras de zarzas y arbustos como el saúco, el cornejo, el espino y el avellano y, por último, reservas aisladas de robles y fresnos altos. En cuanto a la fauna, no faltan animales salvajes como erizos, topos, conejos silvestres, lirones, tejones, zorros, ardillas grises americanas y, en determinadas épocas del año, acuciados por el hambre y la nieve, corzos.
En cuanto a la avifauna, son numerosos los ejemplares de ánade real, faisán, tórtola turca, vencejo, ratonero común, mochuelo común, búho chico, abubilla, garza real, garceta común, pito real y real, golondrina común, martín saltarín, lavandera blanca, petirrojo, ruiseñor común, mirlo común, carbonero común, arrendajo, urraca, corneja negra y gris, estornino pinto, gorrión común.
Este tramo fluvial ha sido históricamente parte integrante de la vida social y económica de la ciudad. El Maira, además de proporcionar madera y grava, fue hasta los años sesenta un recurso económico vital para un buen número de pescadores comerciales. Sus orillas eran también el destino favorito de los habitantes de Savigliano para pasar horas de diversión y relajación, con los inevitables baños y zambullidas en las pozas formadas por el río.
No es casualidad, por tanto, que entre los personajes que han quedado impresos en la memoria de la ciudad se encuentren hombres que vivieron en estrecha simbiosis con el Maira.
Aún hoy está vivo el recuerdo de Bartolomeo Racca, el último cantero (en piamontés sabiunè) de arena y grava, de Mario Torre conocido como Re Cit y Francesco Burdisso, inolvidables pescadores y hombres de río, y por último de Mario Becchio, «el hombre de la colonia», que vivió durante treinta años sin luz ni agua potable en los locales de la antigua colonia de helioterapia fascista, construida a orillas del Maira en 1934 y finalmente retirada en los años setenta, tras sufrir graves daños por una crecida del río.