Parque Graneris

La zona sobre la que se levanta el mayor parque de la ciudad, antiguamente conocida como «Prati di San Francesco», se destinó a mediados del siglo XIX a albergar la Piazza d’Armi para ejercicios militares. Este espacio, diseñado por Maurizio Eula y terminado en 1851, se había hecho necesario debido a la presencia en la ciudad de un gran cuartel de caballería situado en el antiguo complejo conventual de S. Domenico.
A partir de los años sesenta, la retirada de las últimas guarniciones militares llevó a la administración municipal a replantearse el destino de este importante espacio. A instancias del alcalde Enrico Graneris, prevaleció la idea de convertirlo en un gran parque, un verdadero pulmón verde cerca del centro de la ciudad. El proyecto fue elaborado a principios de los años setenta por el arquitecto Oreste Garzino, en colaboración con la oficina técnica municipal.
El espacio verde cuadrangular ocupa una superficie de diez hectáreas, en las que también hay algunas instalaciones deportivas, y está bordeado por avenidas de más de trescientos metros de largo, formadas por plátanos, tilos y castaños de indias. En su interior, el parque está adornado con más de quinientas esencias comunes o raras.

Muy cerca se encuentran otros dos jardines del centro de la ciudad.
En el primero, llamado de los «Marineros de Italia», se colocaron en los últimos años del siglo XX diversos materiales navales: hélices, flotadores de minas, un ancla y dos sondas que rodean el Monumento a los Marineros caídos en las guerras. De forma triangular, está adornado con un gran número de plátanos y arces, pero también hay Magnolias, Prunus (Prunus) y Storaci (Liquidambar).
El segundo, situado cerca de Piazza Cavour, es una zona de juegos para niños, con una torre, toboganes y columpios, juegos de primavera y un pequeño gimnasio, rodeado de senderos y una «rotonda de plátanos». También hay abetos, fresnos, ginkgo biloba, hayas, olmos, cedros y carpes de considerable tamaño y valor.