Iglesia de San Filippo Neri
1697
La construcción del edificio, deseada por los padres del Oratorio de San Filippo, comenzó en 1692 según un diseño del padre Giovanni Domenico Perardi. La iglesia, bendecida y oficiada en 1697, fue cerrada en la época de la dominación napoleónica, reabierta y cerrada de nuevo con la entrada en vigor en 1855 de la ley Rattazzi sobre la supresión de las órdenes religiosas.
El 22 de septiembre de 1901, la iglesia fue recuperada y abierta al culto por el canónigo monseñor Giovanni Allasia (a quien está dedicado un pequeño templo y sepultura en su interior) como lugar de estudio para la juventud savigliana y sede devocional de la Virgen del Rosario, proclamada Reina de Savigliano, tres veces coronada en 1653, 1903 y 1953, y patrona principal.
La fachada, de terracota esculpida con dos órdenes de pilastras superpuestas, termina con una cornisa moldurada. El frontón consta de una cima triangular y dos grandes volutas en forma de concha.
En el centro, sobre el portal, el antiguo fresco representa a San Felipe con la Virgen, el Niño y los ángeles. Una placa en el lado izquierdo de la fachada recuerda el paso de Santo Domingo a Savigliano y la predicación del Rosario.
Internamente, el edificio tiene una sola nave, pavimentada en terracota florentina y con dos altares laterales. El altar derecho conserva el lienzo que representa a la Virgen del Rosario, procedente del antiguo convento de San Domenico y pintado por Jean Claret en 1636. La obra fue encargada por la administración municipal como acción de gracias por la liberación de la peste que había azotado duramente la ciudad. El altar de la izquierda está adornado con un lienzo que representa a la Virgen con el Niño, San Felipe Neri y el Beato Sebastiano Valfré, pintado por Domenico Cardellino en 1839.
En la pared de la derecha del altar mayor se encuentra el fresco pintado por Luigi Morgari en 1907, obra que representa las dos coronaciones, de 1653 y 1903, de la Virgen del Rosario, principal patrona y reina de la ciudad.
Por último, entre las numerosas obras de valor conservadas en la sacristía, cabe destacar la Madonna del Carmine y los santos Simón Stock, Teresa de Ávila, Carlos Borromeo, Escolástica y las Ánimas del Purgatorio, del célebre pintor del siglo XVII Giovanni Antonio Molineri.
El claustro anexo a la iglesia, construido en 1730 según un proyecto del arquitecto Francesco Gallo y terminado en 1770 por Filippo Amedeo Turletti, muy remodelado en los siglos siguientes, es utilizado actualmente en parte por las escuelas primarias.