EL ARCO TRIUNFAL

El Arco Triunfal se comenzó a construir el 9 de mayo de 1585 previendo el paso en julio del cortejo nupcial del Duque Carlo Emanuele I y de su consorte Caterina, Hija del Rey de España, que provenía de Nizza y se dirigía a Turín.

En general, las ciudades visitadas por el soberano celebraban grandes fiestas y ceremonias razón por la cual embellecían los frentes de las casas y levantaban arcos, incluso postizos, para realzar la potencia de la casa reinante.

El proyecto original del Arco se debe al arquitecto turinés Giovanni Battista Ripa que lo ideó en el centro de la ciudad y no en sus puertas, casi como un hito escenográfico colocado en función de la llegada de los esposos desde Borgo Pieve y a lo largo de via S. Andrea, a fin de encuadrar la gran plaza.

En el mismo punto ya se había erigido un arco postizo en 1560 con motivo de la visita de Emanuele Filiberto.
El arco fue terminado en el mes de agosto siguiente por el pintor Giovanni Angelo Dolce. Sufrió otras transformaciones en las partes pintadas y en las estructuras arquitectónicas, sobre todo con motivo de eventos solemnes, en el transcurso el Seiscientos y el Setecientos. En el bienio 1845-46 se creó un pasaje transversal. Otras intervenciones se realizaron en 1965 con motivo de conmemorarse los veinte años de la Resistencia. La última restauración (1997) permitió valorizar mejor uno de los símbolos más conocidos e importantes de la ciudad y exaltar el aspecto cromático del monumento gracias a una cubierta pictórica renovada.

Los modelos a los cuales Ripa se podría haber inspirado parecen ser los ejemplos antiguos como el Arco de Tito en Roma o el Arco de Triunfo en Benevento. A los ambientes internos se accede por medio de una ventana colocada en el lado oriental.