IGLESIA DE SAN GIOVANNI
Las iglesias dedicadas al Bautista en el popular barrio de San Giovanni son tres: La Cofradía de San Giovanni, la vieja y la nueva Parroquial.
La vieja iglesia de S. Giovanni surge al final
del pasaje homónimo y es una de las más antiguas de
la ciudad.
El primitivo edificio, una simple capilla anterior al mil, se
edificó quizás sobre restos romanos. En 1028
ésta es donada al Monasterio de San Pietro, siendo ya en ese
tiempo Parroquia. Al lado del complejo surge el cementerio.
Restaurada a fines del '300, alrededor de 1454 la iglesia gira su
orientación transfiriendo la fachada de poniente a oriente;
en el mismo período se reconstruye una nave meridional y
parte de la nave central.
En 1596 la iglesia sufre un incendio, pero ya a comienzos del
Seiscientos se realiza una recuperación general.
La fachada actual, de gusto ecléctico, fue construida a
finales del ochocientos.
El edificio conserva una interesante serie de frescos del
cuatrocientos colocados en la antigua área del
ábside, desde mitad del siglo XV en la primera arcada en la
entrada de la iglesia, éstos representan una refinada
Anunciación, obra de Pietro de Saluzzo, una "Madonna con
Bambino in Trono", que se atribuye al entorno del "Maestro de
Luceram" y un Cristo en gloria entre la Virgen y San Juan Bautista,
de notable importancia y efectuado por el taller de los Biazaci de
Busca.
La nueva iglesia de San Giovanni, surge junto a la anterior, construida para responder a las exigencias del popular Borgo. Comenzada en 1911 fue bendecida oficialmente en 1922. El proyecto es del ingeniero turinés Enrico Mottura, quien diseñó una importante arquitectura ecléctica, fusión de elementos tanto clásicos como barrocos. La grandiosa fachada con tímpano sostenido por cuatro columnas gigantes es un elemento de gran fervor para los fieles.
En los años sesenta se realizó una
intervención de reordenamiento del espacio interior, con la
construcción entre otras cosas de un solo altar en
sustitución de los ya existentes.